Porqué Sináptico
Existen muchas estructuras complejas en el cerebro humano.
La más asombrosa sin duda es el neocórtex cerebral, llamado así por ser la de más reciente aparición en el proceso evolutivo humano. En esta parte del cerebro reside el pensamiento y la posibilidad de superar reflejos mecánicamente respondidos, la posibilidad de ubicar la información e interconectarla, y la red de neuronas que conduce al aprendizaje, a la memoria y a la conciencia como ejercicio voluntario.
El córtex se divide en dos hemisferios cerebrales los cuales a su vez se dividen en cuatro lóbulos, en estos lóbulos se localizan las diversas funciones de los sentidos que nos permiten comunicar humanamente. Todo el cerebro humano se compone de células nerviosas llamadas neuronas las cuales se sostienen y alimentan de otras células denominadas neuroglias.
En el cerebro existen alrededor de cien millones de neuronas capaces de establecer comunicación entre sí en puentes conocidos como sinapsis.
El proceso de comunicación en el cerebro puede lograr una red de más de cien billones de sinapsis. En general, se sabe que los emisores de la neurona se localizan en sus axones mientras que los receptores se localizan en sus dendritas.
Esta red de sinapsis no se realiza al azar; su complejidad obedece a circuitos, estructuras y funciones, lo cual marca la diferencia entre las neuronas aún en su forma misma. Cuando se da una sinapsis, es decir la comunicación de una neurona con otra, de hecho se establece una conexión con miles de neuronas que forman parte de un circuito o de una estructura específica.
La sinapsis es una especie de contacto de una neurona con otra, la cual se establece –sin contacto físico directo-- sino mediante diminutas esferas vesiculares formadas por una variedad de trasmisores químicos moleculares. La combinación de este fenómeno químico con el potencial eléctrico de la neurona , hace que la neurona “funcione” y se establezca la comunicación. La sinapsis es por tanto el resultante del contacto de una célula nerviosa con otra que produce comunicación entre sus prolongaciones.
Las señales que recibe y envía la neurona a través de las sinapsis transportan estímulos que activan o inhiben la comunicación ya sea en forma de reacción en cadena o de una reacción como conmoción (¿espasmo?) instantánea. Todo este proceso electro-químico es muy complejo pues además las señales electroquímicas deben ser transformadas por neuronas especializadas en otras señales comprensibles para el cerebro de manera que se codifiquen, clasifiquen, almacenen y multipliquen.
El conjunto de estas señales forman lo que se puede denominar código sináptico .
La membrana de las neuronas, gracias a sus proteínas, actúa como el componente crucial de esta maravilla que es el cerebro, pues se convierte en algo así como un teclado que responde a señales fundamentalmente químicas para producir mensajes comprensibles.
Por supuesto que la realidad es mucho más compleja de lo que aquí he descrito, como lo muestra el avance de las neurociencias modernas, pues en este proceso que denominamos mente intervienen muchos otros elementos, por ejemplo, los genes de las neuronas y su capacidad de memoria.
Sin embargo, aquí quiero detenerme solamente en los resultados de las sinapsis: la intrincada red de conexiones con las que la mente procesa y articula los saberes, los sentimientos, el pensamiento, el aprendizaje, la clasificación de datos, la comprensión y la posibilidad de establecer analogías, entre muchas otras funciones.